La cumbre del clima, tan esperada por el mundo, cuyo acontecimiento despertó el interés de todos aquellos que desean un mundo mejor, donde el cuidado del medioambiente sea una de las principales premisas, no solo de los gobernantes de turno y de los poderes económicos, sino también y especialmente de todos los habitantes del planeta tierra, por fin se llevo a cabo.
A partir del 30 de noviembre de este año, y durante dos semanas, se celebró la Conferencia del Clima de París (COP 21), donde participaron representantes de 195 países de todo el mundo.
Luego de reuniones y deliberaciones, en el transcurso de su realización, finalmente se alcanzó un documento, cuyo texto alcanza unas 31 páginas, el cual deberá ser ratificado por 55 países, que por los menos alcance el 55 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero , que encabezan países como China e India, entre otros.
El acuerdo, en su esencia, busca el compromiso de los países firmantes a efectuar los esfuerzos necesarios para mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados, concretamente limita el mencionado aumento a 1,5 grados, con respecto a la era preindustrial.
Probablemente no sea el acuerdo perfecto, pero indudablemente marca un camino claramente de abandono de la economía de los combustibles fósiles, que seguramente será difícil de recorrer por los interés en juego que pueda haber, pero sin lugar a dudas, es un buen inicio de transición hacia una economía sostenible y de bajo carbono.
Horacio Armando Alvarez.